Jesús, el héroe más grande que jamás haya caminado por la faz de la tierra, casi fue asesinado antes de comenzar a vivir. Sus padres judíos tuvieron que huir con su hijo para salvar sus vidas, poco después de que Jesús naciera en la ciudad de Belén.
El rey Herodes, que gobernaba Judea, se enteró de la noticia de que el Mesías había nacido. Sintiéndose amenazado, el despiadado gobernante ordenó la matanza de todos los niños menores de dos años que vivían en las proximidades de Belén.
Después del nacimiento de Jesús y las visitas de los pastores que estaban cerca, y de los sabios de Oriente, José y María se enteraron de las noticias aterradoras. Un ángel les advirtió que debían escapar con su bebé a Egipto.
Entonces, Jesús, el Hijo de Dios, debió comenzar su vida como un refugiado en una tierra extraña. Sus padres permanecieron en Egipto hasta que un ángel les informó que Herodes había fallecido y que podían regresar a salvo.
José y María tuvieron otro susto cuando Jesús tenía doce años. Sus padres se dirigían de regreso a la ciudad de Nazaret, después de visitar Jerusalén, cuando se dieron cuenta que Jesús había desaparecido. Llenos de pánico lo buscaron hasta encontrarlo en Jerusalén, discutiendo la ley de Dios en el templo con líderes religiosos. Jesús le dijo a sus padres que debía estar "en los asuntos de su Padre."
Muchos años después, cuando Jesús tenía treinta y un años, fue a donde estaba su primo Juan para que el lo bautizara. Juan el Bautista había estado predicando fervorosamente acerca de la importancia de arrepentirse del pecado. Él declaró que alguien más poderoso llegaría pronto. Él estaba preparando a la gente para la pronta llegada de Jesús.
Después de que Juan bautizara a Jesús, y este emergiera del río Jordán, el Espíritu Santo descansó sobre Él como una paloma. La voz de Dios se oyó llamando a Jesús "Hijo" y diciendo que estaba "muy complacido" con Él. No cabía duda alguna; era alguien muy especial.
Después de la impactante experiencia durante su bautismo, el Espíritu Santo guió a este fantástico héroe al desierto donde ayunó durante cuarenta días. Al final de este período, Satanás se acercó a Jesús para tentarlo. Primero le dijo a Jesús, quien estaba hambriento, que convirtiera piedras en pan para demostrar que realmente era el Hijo de Dios. Jesús se negó.
Luego Satanás lo llevó a la cima del templo, desafiándolo a saltar. Le dijo a Jesús que los ángeles no permitirían que fuera herido, si realmente era el Hijo de Dios. Una vez más, Jesús se negó.
Finalmente, Satanás llevó a Jesús a la cima de una montaña muy alta donde le mostró al mundo y sus riquezas. Satanás dijo que le daría a Jesús todo esto si se inclinaba y lo adoraba. Jesús se mantuvo firme y se negó. El diablo finalmente se fue y ángeles vinieron a ayudar a Jesús, quien se había mantenido fiel a su misión sin importar el costo.
Después de sobrevivir la experiencia en el desierto, era el tiempo indicado para que Jesus comenzara su ministerio público. Este héroe bíblico tenía suficiente poder como para hacer cualquier cosa, sin embargo, eligió comenzar este nuevo capítulo haciéndole un favor a su madre. Estaban en una boda en Caná, cuando se acabó el jugo de uva. Jesús convirtió el agua de las tinajas en jugo de uva fresco para que bebieran todos los invitados.
Jesús llamó a un pequeño grupo de doce discípulos, a quienes Él entrenaría para una misión extremadamente peligrosa: compartir la Palabra de Dios con el mundo Él también comenzó a predicar y a obrar milagros. Jesús sanó a los enfermos y resucitó a su amigo Lázaro de entre los muertos. Era una época fabulosa, su mensaje y popularidad se propagaban con rapidez.
Sus enseñanzas eran diferentes a todo lo que la gente había oído antes. Predicaba la verdad a través de parábolas y otras ilustraciones sencillas que incluso un niño podía entender. Hablando de niños, Jesús los amaba y dedicó tiempo específicamente para hablar con ellos.
Jesús reveló el amor de Dios. Él hablaba del reino de su Padre. Este era un reino celestial, no uno que derrocaría poderes terrenales como los conquistadores romanos en Judea.
Al principio, los discípulos no eran realmente superhéroes. Muchos eran pescadores sin educación. Todos tenían sus peculiaridades. Pedro tenía una boca grande y muy mal genio. Tomás era un escéptico, su poca fe limitaba su progreso. Judas terminaría traicionando a Jesús. Todos tenían problemas de ego. Sin embargo, Jesús se hizo amigo de todos ellos y trabajó a su lado. Estos doce hombres se convirtieron en sus ayudantes y compañeros aquí en la tierra.
Estos discípulos imperfectos (con la excepción de Judas, que se suicidó después de traicionar a Jesús) harían una increíble labor después de que Jesús ascendiera al cielo. Serían perseguidos, encarcelados y ejecutados por su fe. Pero también servirían como poderosos testigos del poder de Jesús e invitarían a las personas a aceptar su amor.
La última semana en la vida de Jesús fue un tremendo sube y baja emocional. Cuando Jesús entró en Jerusalén para celebrar la pascua, montado en un burro, las multitudes lo recibieron como un miembro de la realeza.
Él impactó a sus discípulos al tomar el rol de un sirviente, lavándoles los pies durante lo que llegó a ser conocido como la última cena. Jesús compartió el pan y el jugo de uva como emblemas de su cuerpo y sangre. Él instruyó a sus discípulos a comer y beber esto en memoria de Él. Desde entonces, los cristianos han celebrado la santa cena como un recordatorio de este Héroe y de su increíble sacrificio por la humanidad.
Una trágica decisión amargó la cena. Jesús sabía que Judas estaba a punto de traicionarlo, así que mirándolo le dijo que fuera y hiciera lo que iba a hacer rápidamente. Poco después, Jesús fue arrestado en el huerto de Getsemaní. Judas había guiado a los captores directo a Jesús.
Entonces, este poderosísimo Héroe soportó un trato injusto y atroz a manos de Caifas, el sumo sacerdote judío, y el gobernador romano, Poncio Pilato, quien literalmente se lavó las manos acerca de Jesús a pesar de que no podía hallar delito alguno en Él.
Jesús fue condenado a muerte debido a la presión que los líderes religiosos ejercieron porque se sentían amenazados por su mensaje y su popularidad. Los soldados romanos lo clavaron en la cruz un viernes, frente a una multitud burlona y a sus seguidores devastados. Mientras que convalecía, colgado de la cruz, este héroe bíblico tuvo cuidado de su madre, quien estaba devastada. Al ver a su discípulo, Juan, Jesús le dijo a María: "Madre, este es tu hijo" y a Juan dijo: "Esta es tu madre."
Dos ladrones también fueron crucificados junto con Jesús. Uno de ellos era trataba a Jesús con hostilidad. El otro lo defendió, diciendo que, a diferencia de ellos dos, Jesús no había hecho nada malo. Luego, mirando a Jesús, le pidió que lo recordara cuando volviese en su Reino. Jesús le prometió al ladrón que estaría con Él en el Paraíso.
En los últimos momentos sobre la cruz, Jesús sintió el insoportable dolor de estar completamente separado de Dios. Él gritó: "Elí, Elí, ¿lama sabactani?" Lo que significa: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?"
Finalmente, Él exclamó: "Consumado es" y murió.
La historia de la vida de este Héroe aquí en la tierra tiene un final feliz. Jesús fue enterrado el viernes. Un judío rico, José de Arimatea, enterró el cuerpo de Jesús en su propia tumba. El cuerpo de Jesús permaneció allí desde el viernes hasta el sábado, pero algo asombroso sucedió el día siguiente.
El domingo por la mañana los guardias que habían sido asignados a proteger la tumba quedaron aterrados y huyeron de ahí cuando un ángel rodó la piedra y Jesús resucitó de entre los muertos. ¡Él había vencido a la muerte!
La primera amiga de Jesús que lo vio resucitado fue María Magdalena, una mujer leal a quien Él había rescatado de su pasado difícil. Luego, Jesús se apareció a sus discípulos y a muchas otras personas antes de ser llevado al Cielo.
Este no es el final de la historia de este Héroe extraordinario. En el cielo, Jesús nos representa ante Dios y está preparando un lugar para todos aquellos que lo aman y aceptan su sacrificio.
Cumpliendo exactamente con la profecía, Jesús fue descendiente del rey David. Sus seguidores pensaron que Jesús estaba destinado a ser un gobernante terrenal. Pero a Jesús solo le importaba una cosa: el Reino de Dios.
Jesús era un verdadero amigo de María Magdalena. Él perdonó sus pecados y le dio esperanza y un futuro brillante.
Jesús vio potencial en su joven discípulo Juan, a pesar de su arrogancia e inmadurez. El amor de Jesús transformó a Juan en uno de los apóstoles más influyentes.
Quiz de trivia de la Biblia de Héroes: 12 preguntas sobre la vida de Jesús
Mantente al tanto de todo lo que ocurre en el universo de Héroes de primera mano, como noticias del juego, eventos y mucho más.
Copyright ©2023 General Conference Corporation of Seventh-day Adventists. Reservados todos los derechos. | Política de privacida |